by Joanisabel González
Por El Nuevo Día
Desde la izquierda, Dr. Edgardo Ruiz Cora, de la Escuela Graduada de Salud Pública de la UPR; Mikol Hoffman, gerente de proyecto de World Central Kitchen; Bobby García, CEO de Triple-S; y Dra. Sonia Cepeda, de la Universidad Albizu.
Triple-S Management Corporation continuará este año con la expansión de su red de clínicas de salud, proyecto al que se han destinado unos $25 millones y que forma parte del enfoque preventivo y de cuidado holístico de la salud que ha adoptado el asegurador.
Ese programa de mejoras capitales aumentaría a 11, el número de estas instalaciones en la isla al tiempo que la filial de seguros de salud del conglomerado aumenta su cuota en el Plan de Salud del Gobierno (PSG) Vital, mejora la rentabilidad de la cartera de seguros de salud comercial y busca mantener los niveles de retención en el segmento de Medicare Advantage.
En entrevista con El Nuevo Día, el principal oficial ejecutivo del conglomerado de seguros, Bobby García, indicó que la incursión en el segmento de servicios médicos ha probado ser efectiva para Triple-S, pues ha contribuido a mejorar la prestación de servicios a sus beneficiarios mientras contribuye a mantener a raya la razón de pérdida médica (MLR, en inglés), un término técnico que sirve para resumir cuánto de cada dólar de prima va al pago de los servicios que reciben los pacientes.
“El Medical Loss Ratio o el Benefit Loss Ratio, como me gusta llamarlo a mí, ha llegado a un nivel sostenible”, dijo García haciendo referencia al indicador que se ubicó en su nivel más bajo en cinco años. Al cierre del 2018, el MLR de Triple-S se calculó en 84.5%.
Hasta el año pasado, tres de cada 10 asegurados de salud en Puerto Rico estaban acogidos a alguna cubierta de GTS.
Según García, considerando que factores como el poder económico, la educación, la alimentación y el entorno social son determinantes en el estado de salud de las personas, la aseguradora se ha propuesto acortar la brecha de acceso a la salud que existe en Puerto Rico y en otras partes del mundo.
García conversó con El Nuevo Día minutos después de anunciar dos alianzas -una con la Universidad Carlos Albizu y otra con World Central Kitchen- a fin de establecer programas de apoyo psicológico en comunidades que no tienen acceso a tales servicios y fomentar el consumo de productos agrícolas locales. Ambas alianzas serán subvencionadas con una aportación monetaria que hará Triple-S a través de su recién creada fundación y que surge en el 60 aniversario de la aseguradora. Los acuerdos conllevan además una campaña publicitaria en la que se invertirán unos $500,000.
El año pasado y luego del impacto que tuvo el huracán María tanto en el negocio de salud como el de propiedad y contingencia, Triple-S se embarcó en una serie de ajustes internos.
De entrada, GTS dejó de asegurar vidas en el segmento de seguros comerciales que no le eran rentables y movió sus fichas para aumentar su cuota de mercado en el plan Vital, la nueva versión de la Reforma de Salud.
Según García, cuando el gobierno cambió el modelo de gestión del plan de salud del gobierno (PSG) en noviembre pasado, Triple-S arrancó con unas 280,000 vidas bajo el programa Vital. Hasta marzo pasado, la aseguradora había alcanzado 350,000 vidas.
“Una creciente evidencia apunta a que se deben atender condiciones sociales que tienen un impacto mayor en la salud de las personas”
BOBBY GARCÍA PRINCIPAL OFICIAL EJECUTIVO DE TRIPLE-S
EL RETO DE PROPIEDAD
De otra parte, a preguntas de este diario, García indicó que la Oficina del Comisionado de Seguros (OCS) ha mostrado ciertas objeciones al plan de capitalización que ha vislumbrado Triple-S para su filial de propiedad y contingencia.
El año pasado, Triple-S Propiedad quedó sin recursos, una vez las reclamaciones asociadas a los huracanes Irma y María excedieron los tratados de reaseguro.
La situación ha colocado a esa filial por debajo de los requisitos de solvencia y capital que requiere la reglamentación vigente.
La aseguradora optó por inyectarle a la filial de propiedad y contingencia unos $10 millones de capital, al tiempo que redujo casi en 40% el volumen de riesgo asegurado. En paralelo, aumentó sus tratados de reaseguro, propiciando que ahora, la cobertura sea para una catástrofe de gran magnitud en sobre 260 años.
Según García, la aseguradora mantiene conversaciones con la OCS para llegar a un entendido definitivo. Hasta febrero pasado, Triple-S había pagado unos $589 millones en reclamaciones asociadas al huracán María.