by Joanisabel González
Por El Nuevo Día
Rafael Rojo, el presidente de Bonistas del Patio, indicó que la petición a último minuto por parte del gobierno central de pagar unos $7 millones a la organización responde a que la entidad no está en la lista de jugadores que recibirán una tajada de los costos de consumación de Cofina.
Apenas una semana después de que la jueza Laura Taylor Swain diera su aprobación, ayer entró en vigor el plan de ajuste de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina) al intercambiar la deuda vigente por los nuevos valores que, en lo sucesivo, honrará la dependencia pública.
Partiendo de la información provista por la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf), al concretarse la transacción, el recorte a la deuda pagadera con el Impuesto a la Venta y Uso (IVU) se fijó en unos $5,491 millones o aproximadamente el 31% del balance inicial.
El plan que recorta la deuda de Cofina es fruto de un año y medio de negociaciones y este cobró vigencia, una vez los bancos de inversiones Merrill Lynch, Barclays, Jefferies y JPMorgan intercambiaron ayer unas 16 series de bonos Cofina emitidos bajo las administraciones de Aníbal Acevedo Vilá y Luis Fortuño Burset por dos nuevas series de bonos. En los nuevos bonos, se eliminaron las clases de bonistas principales y subordinados, pero se mantuvo el concepto de bonos de apreciación de capital (CAB, en inglés). Los bonos CAB acumulan intereses compuestos y estos se pagan al bonista junto al principal cuando llegan a su término.
Bajo la nueva estructura, partiendo del plan de ajuste, la mayor parte de la nueva deuda de Cofina reflejará el impacto del uso de los CABs. En total, Cofina emitiría ayer unos $9,616 millones en bonos con cupón (o sea, que pagan intereses periódicamente) y otros $2,404 millones en bonos CABs. Al cabo de cuatro décadas, el valor acumulado de los CABs rondará unos $14,232 millones.
Con el plan de ajuste, los bonistas antes identificados como “seniors” recibirán 93 centavos de cada dólar que antes prestaron a Cofina, mientras los bonistas subordinados recuperarán 55 centavos de dólar. El gobernador Ricardo Rosselló
Nevares catalogó la transacción como “un paso importante para la reestructuración de la deuda pública de Puerto Rico, el regreso a los mercados de capital y sentar las bases de una economía más resiliente, vibrante y fuerte”.
SORPRESA DE $7 MILLONES
Mientras la Aafaf y la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) informaban de la transacción, Swain frenó ayer un pedido de la Aafaf para pagar unos $7 millones a Bonistas del Patio por los servicios profesionales que empleó la organización para participar de la renegociación de la deuda de Cofina. El gobierno acordó con Bonistas pagar la millonaria suma, habida cuenta que la organización no está en la lista de abogados, fondos de inversión y asesores que recibirán una tajada de los costos de consumación de Cofina, cifra calculada en $472 millones, según los anejos del plan.
Swain frenó el pago a pedidos del Comité de Acreedores no Asegurados (UCC, en inglés), pues las partes que negociaron desconocían de dicha obligación.
Por su parte, el presidente de la organización, Rafael Rojo, dijo a
El Nuevo Día que el pago irá a los asesores, Ducera Partners y Davis Polk & Wardell, y que este no es diferente a la paga que recibirán los abogados y asesores de inversionistas y fondos especulativos que participaron de las negociaciones y que ganarán millones de dólares mientras los bonistas residentes en Puerto Rico han llevado la peor parte.
El Nuevo Día solicitó una reacción a la JSF acerca del pago que el gobierno acordó con Bonistas del Patio, pero al cierre de la edición no había recibido respuesta. La Aafaf tiene hasta hoy para explicar a Swain el pago que se solicitó apenas horas antes de consumarse el intercambio de deuda de Cofina.