En Puerto Rico, “el quinto polo de manufactura farmacéutica más grande del mundo por volumen”, se producen cinco de los 10 fármacos más vendidos del mundo y 90% de todos los marcapasos del planeta, según un abarcador informe publicado en 2020 por Invest Puerto Rico y la firma especializada en inversión inmobiliaria JLL.
Esta escala mundial es posible con casi 100,000 empleados, unas 80 plantas de biofarma y dispositivos médicos. En el caso de las biofarmacéuticas, en el país operan 12 de las principales 20 en el mundo: Johnson & Johnson, Roche, Pfizer, Novartis, Merck & Co., GlaxoSmithKline, AbbVie, Abbott, Eli Lilly, Boehringer Ingelheim, Amgen y Bristol-Myers Squibb (BMS).
¿QUÉ SE PRODUCE AQUÍ?
“Según el Directorio Nacional de Códigos de Drogas, hay más de 1,000 productos individuales que se manufacturan en Puerto Rico”, indica el citado documento. De estos, la Administración de Drogas y
Alimentos (FDA) clasifica como críticos a 30 de ellos, ya sea porque la isla es su principal productor o, en el caso de 14, porque aquí es donde único se manufacturan .
“Incluidos en esta lista figuran cinco de los fármacos más vendidos en el mundo en 2018: Humira de Abbvie (#1), Elquis (#2) de Bristol-Myers Squibb (BMS) y Pfizer; Opdivo de BMS; Enbrel (#6) de Amgen y Pfizer; y Xarelto (#10) de Bayer y Johnson & Johnson’s”, detalla el reporte.
Y, como confirmó la Asociación de la Industria Farmacéutica (PIA), también se producen muchos otros medicamentos muy reconocidos como: Celebrex, Cialis, Crestor, Cymbalta, Eliquist, Depakote, Diflucan, Lipitor, Neurontin, Synthroid y Zythromax . En el segmento de los medicamentos biológicos, que incluyen vacunas, algunos inyectables, terapias genéticas y para tratamiento oncológico, las plantas de Puerto Rico también se destacan con productos como: Enbrel, Epogen, Prolia, Sensipar/Mimpara, Humira y Humalog, entre otros .
La FDA clasifica a los biológicos como aquellos fármacos que “se derivan de una variedad de fuentes naturales -de humanos, animales o microorganismos- y se pueden producir por métodos de biotecnología y otras tecnologías de última generación”.
Antes de llegar a la producción, en Puerto Rico estos desarrollos se apoyan en investigaciones académicas y de los laboratorios de las propias empresas, así como en los ensayos clínicos. En años recientes, el Puerto Rico Consortium for Clinical Investigation, adscrito al Fideicomiso de Ciencia, ha conseguido juntar a compañías de biofarma, laboratorios e investigadores clínicos para crecer este eslabón
de la cadena.
Tal sinergia se ha hecho palpable durante la presente pandemia de coronavirus, con un acuerdo de colaboración entre las empresas Eli-Lilly y Amgen para escalar la producción de anticuerpos monoclonales en la planta de esta última en Juncos. Esto se logró luego de varios estudios clínicos, incluidos los que se realizaron en el Recinto de Ciencias Médicas.
A esto se agrega que la planta de biotecnología Copan Industries en Aguadilla comenzó a producir hisopos y reactivos para las pruebas de detección del COVID -1 9 .
Además de la presente crisis sanitaria, “en toda la isla, avanzan terapias específicas y noveles simultáneamente por parte de la industria privada y la Escuela De Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico”, destaca el informe de Invest PR y JLL. “CDI Labs es apenas una de las compañías que usa tecnologías de punta para identificar
anticuerpos monoclonales y matrices proteicas que ayudan a diagnosticar a pacientes”.
Mientras, para el mercado de suplementos y medicinas sin receta, en su planta de Guayama, GSK Consumer Healthcare, produce marcas como Advil, Caltrate, Centrum, Emergen-C y Motrin. Mientras, la planta de Johnson & Johnson en Las Piedras hace lo propio con la marca Tylenol.
CRECEN LOS DISPOSITIVOS MÉDICOS
En la industria de las biociencias, el segmento de dispositivos y equipos médicos ha crecido sólidamente su huella, al punto de que Puerto Rico tiene “la concentración más alta de peritaje” en este campo al comparar cualquier jurisdicción de Estados Unidos, de acuerdo con el citado informe. Esta fuente atribuye 20,000 plazas directas a este segmento y establece que
esto representa “5.5 veces más cantidad de empleados que el promedio nacional”.
En total, aquí se producen 2,500 productos médicos en unas 40 plantas y operaciones de siete de las principales 10 compañías de esta industria: Medtronic, Thermo Fisher Scientific, GE Healthcare, Fresenius Labi, Abbott, Cardinal Health y Stryker. A estas firmas, se suman otras como
Baxter, Boston Scientific, Pall, J&J Vision Care, Edwards Lifesciences, Zimmer-Biomet, Aspen Surgical, Roche Diagnostics y Coopervision .
Entre todas, producen equipos médicos de suplido crítico como catéteres, bolsas de suero, monitores de glucosa, mallas (stents), defibriladores y marcapasos. También suplen la altísima demanda por lentes de contacto. A la vez, desarrollan y lanzan dispositivos más sofisticados como bombas de insulina y electromoduladores .
Por ejemplo, en el caso de Medtronic, tan reciente como el verano de 2020, la FDA aprobó la venta del neuroestimulador Percept PC, capaz de controlar los temblores constantes que sufren los pacientes del mal de Parkinson.
Medtronic, de hecho, es uno de los patronos del sector privado con mayor cantidad de empleados, con una plantilla de más de 5,000 repartida entre sus plantas de Ponce, Humacao, Villalba y Juncos.
De la actividad de manufactura, a la que se le atribuye entre 46% y 48% del producto interno bruto, la mitad corresponde a actividades ligadas a las biociencias. Por ello, se entiende que genera 25% del total del producto interno bruto, además de pagar unos $3,000 millones anuales en impuestos.